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Identificar el origen de las enfermedades

Friday 28 th March 2014

La persona debe estar bien nutrida desde todos los puntos de vista: físico, mental, emocional y espiritual. Living Fully Nourished es una aproximación terapéutica que busca conseguir esta nutrición plena, basándose en 4 principios:
1.- encontrar el origen de la enfermedad, sea físico, mental o espiritual;
2.- conocerse a sí mismo para encontrar cuál es la nutrición más adecuada a su organismo y cuáles son las deficiencias nutricionales físicas, emocionales y espirituales
3.- reparar la disfunción del organismo y colmar las deficiencias
4.- actuar o poner en práctica los cambios necesarios para restablecer la salud.

La enfermedad es una alerta que el organismo enciende para que nos demos cuenta de que algo se tiene cambiar en nuestra vida. No se trata de apagar la alarma y continuar como si no pasara nada, sino de descubrir el por qué se ha activado la alarma, para luego evitar la fuente del problema y hacer una terapia para sanar el cuerpo.
En este artículo se explica con más detalle el primer principio del método: cómo identificar el origen de una enfermedad.


Clasificación del origen de las enfermedades


La cantidad de posibles causas que pueden originar una enfermedad son infinitas, pero a continuación doy una idea de las principales:
1.- Emociones negativas (miedo, envidia, rabia, odio, tristeza, injusticia, baja autoestima) creadas por circunstancias externas (problemas relacionales con las personas del trabajo, de la familia, amigos, etc.);  falta de amor, problemas financieros, educación familiar o escolar errónea, sucesos dramáticos como la pérdida de un ser querido, sucesos traumáticos como abusos sexuales, etc. O bloqueo en la expresión de las emociones negativas.
2.- Falta de valores espirituales: ética, moral, religión; que crean una energía negativa interna.
3.- Estrés: trabajo, familia, hogar, proyectos con fechas límite. O falta de una actividad para gestionar el estrés: yoga, meditación, etc.
4.- Alimentación incorrecta: comida precocinada e industrializada, aditivos, substancias que crean dependencia (alcohol, café, chocolate, azúcar, …), cantidad inadecuada (excesiva o escasa), mala calidad, alimentación desequilibrada o inadecuada a la persona, entorno inadecuado para las comidas, horarios y frecuencia inadecuados, etc.
5.- Tóxicos y medicamentos: metales pesados, productos químicos, vacunas, medicamentos, contaminación del aire, agua, alimentos, sonora, electromagnética; tabaco, drogas. En este artículo se detallan algunos de los tóxicos más comunes.
6.- Falta de reposo o de sueño: insomnio, trabajo desmesurado, entorno inadecuado para conciliar el sueño.
7.- Falta de actividad física: deporte, andar, labores domésticas, trabajo físico.
8.- Falta de contacto con la naturaleza, falta de exposición al sol: bosques, montañas, mar, sol, luna, estrellas, ríos, lagos, animales. La exposición al sol es tan necesaria como la comida!
9.- Traumas físicos o accidentes: accidentes por medio de transporte, caídas, desastres naturales por fuego, agua o aire.
10.- Exposición a agentes infecciosos (por parte de personas con sistema immunitario débil): picadas o mordeduras de animales, viajes a países con enfermedades endémicas, contagio en el colegio o trabajo, etc.
11.- Falta de actividad intelectual: pasarse la mayor parte del día viendo la tele, dejar el cuidado personal en manos de otras personas, evadir responsabilidades, … desafortunadamente, muchos ancianos, niños y personas enfermas abandonan completamente su actividad física e intelectual, pierden completamente su imaginación y con ello las ganas de vivir.
11.- Falta de medios: pobreza.


Relación cuerpo-mente-espíritu


Cuerpo, mente y espíritu están estrechamente relacionados, tal y como explicaba en un artículo anterior. Habitualmente es difícil de encontrar la verdadera raíz del problema, si se trata del cuerpo, la mente o el espíritu. La parte más poderosa de las tres es, sin duda, el espíritu, es la que puede sobreponer al cuerpo y a la mente de sus enfermedades. Pero cuando la fuerza espiritual es mediana o débil, hará falta curar las enfermedades desde el punto de vista físico y mental.
Las causas de una enfermedad suelen ser multifactoriales, se suelen dar a la vez varias de estas circunstancias mencionadas anteriormente, como estrés y falta de actividad física. Y normalmente una condición repercute en las otras: un conflicto emocional provoca falta de sueño.
Es necesario mantener un buen equilibrio y cuidar el organismo desde todos los niveles. La mayoría de personas potencian un cierto aspecto pero olvidan otros. Por ejemplo, algunas personas son muy espirituales pero descuidan su alimentación o su estrés, y otras personas cultivan extremadamente su actividad física y su nutrición, pero descuidan su vida espiritual. Cuando se cuidan todos los aspectos de la vida y se está en armonía con la naturaleza, se fabrica una realidad positiva en nuestro entorno.
Ello no quiere decir que sea necesario ser perfecto en todos los aspectos. En nuestra vida moderna, es imposible hacer tanto ejercicio físico como sería necesario, a la vez que seguir una rica vida espiritual, comer sano, no tener estrés, etc. Pero no es imposible hacer un mínimo de cada una. En el último principio del método Living Fully Nourished se dan ideas de cómo compaginar todas estas actividades.


El desencadenante de la enfermedad


La forma más fácil de encontrar cuál ha sido el desencadenante de una enfermedad es reflexionar sobre si se produjo algún cambio durante los pocos meses anteriores al comienzo la enfermedad: ¿hubo algún conflicto emocional?, ¿un accidente?, ¿una situación extremadamente estresante?, ¿un cambio en la alimentación habitual? ¿una vacuna?, etc.
Pero si la enfermedad se sufre desde la infancia, o desde hace muchos años, es difícil de recordar qué activó la enfermedad. Puede ser también una enfermedad crónica, que empezó muy lentamente o incluso se ha tenido siempre desde el nacimiento y se ha ido agravando a lo largo de los años. En ese caso, se suele hablar de enfermedades genéticas o enfermedades a las cuales existe una predisposicón genética a desarrollarla. Pero la expresión o no de estos genes, la llamada epigenética, depende de numerosos factores ambientales, que van de la alimentación a los tóxicos y al estado emocional. Ello implica que revertiendo las condiciones ambientales se puede restaurar también la epigenética, y por lo tanto, desactivar el gen que produce cierta enfermedad. Por lo tanto, hay que encontrar cuál es el factor que activa la expresión de ese gen.
El cuerpo tiene una gran capacidad de recuperación y de desintoxicación, si no se sobrepasan sus límites, de otra forma nadie podría sobrevivir debido a la cantidad de agentes que agreden nuestro cuerpo cada día. Cuando existe alguna agresión, normalmente crónica, que el cuerpo no puede superar, se enciende una alarma. Los síntomas de una enfermedad son una señal de que existe un peligro que sobrepasa al organismo.
Una falta importante en un aspecto de la vida puede pasar inadvertido durante mucho tiempo, y hacer que la persona se vuelva más vulnerable o débil a otros factores a los cuales presta más atención, de forma que cuando hay una pequeña falta en este segundo factor se piensa que éste ha sido el desencadenante, cuando el principal problema era el primero que lo ha debilitado. Así por ejemplo, puede suceder que una falta de descanso crónico o un estrés crónico no sean tomados en cuenta debido a la dedicación de aquella persona por su trabajo, y ello repercuta en una mala digestión, provocando cierta enfermedad, por ejemplo, migraña. Esta persona tiene muy en cuenta su alimentación y sigue una dieta sana, y le parece que cuando toma más cantidad de productos lácticos se siente peor, y cuando los disminuye se encuentra mejor. Un día se realiza tests de intolerancia y se verifica que padece una intolerancia a los productos lácticos, así que elimina éstos y sus migrañas desaparecen durante unos meses…. hasta que desarrolla otra intolerancia, esta vez a los huevos. Y así sucesivamente con diferentes alimentos. Esta persona va a continuar desarrollando intolerancias alimentarias hasta que no trate la raíz de su problema: el estrés y la falta de descanso.
De la misma forma, puede suceder lo contrario, es decir, que la persona no cuide su alimentación y ésta sea la causa de sus enfermedades y en cambio, tenga muy presente los estragos que el estrés provoca en la salud. Entonces, durante una época pasa por un poco más de estrés en el trabajo y empieza a presentar reflujo y úlceras de estómago o arritmias y problemas cardíacos, así que la persona cree que es por culpa del estrés. Pero si hubiera seguido una alimentación correcta, hubiera soportado la época estresante sin ningún problema de salud.Normalmente un suceso puntual en la vida actúa como desencadenante, pero hay otro factor que existía previamente y que ha creado una debilidad. Entonces, se acostumbra a identificar como causa el suceso puntual, cuando el origen real era el factor que ha creado la vulnerabilidad.

Algunos otros ejemplos de casos frecuentes:

Factor debilitante o predisposición genética Factor desencadenante o factor ambiental Enfermedad
nutrición inadecuada que debilita el sistema inmunitario presencia del virus de la gripe gripe
nutrición inadecuada que altera los neurotransmisores conflicto relacional con una persona depresión
nutrición inadecuada que debilita los huesos accidente o caída fractura del hueso
nutrición inadecuada que genera inflamación dormir en una cama inconfortable dolor de espalda
nutrición inadecuada que genera inflamación estiramiento en la nuca tortícolis
nutrición inadecuada o estrés que desarrolla cándida e inflamación debilidad inmunitaria natural en los días previos al ciclo síndrome premenstrual
nutrición inadecuada + valores espirituales débiles "bulling en el colegio,
imágenes en publicidad"
anorexia
nutrición inadecuada + valores espirituales débiles pérdida de un ser querido depresión (no confundir con el duelo)
intoxicación prenatal por mercurio (transferencia placentaria) vacunación autismo
antibioterapia repetida en la infancia + falta de exposición a agentes naturales en la infancia exposición a alérgenos alergias
tóxicos que destruyen la protección de la piel o mucosas (cloro piscinas, cosméticos, anticonceptivos, etc) exposición a papillomavirus verrugas plantares, mano, útero, etc.
estrés crónico + falta de actividad física mala noticia fallo cardíaco
gen predisposicón al cáncer consumición de soja transgénica en gran cantidad cáncer de mama
Es imposible controlar los factores desencadenantes, son sucesos que acontecen en la vida, ni tampoco la predisposición genética que heredamos. Cuando hay una enfermedad, se prefiere buscar la causa en un factor externo a la persona, dar las “culpas” a otra persona o a un hecho imprevisto e indeseable: una persona de la familia, del trabajo, una epidemia de una enfermedad, una caída, etc. Pero realmente es la misma persona la que debe tomar la responsabilidad de lo que le acontece. Como muchos pensadores de nuestra época creen, cada persona crea su propia realidad, atrae los acontecimientos positivos o negativos con su pensamiento. Si se trabaja para estar internamente equilibrado y fuerte física, mental y espiritualmente, no tan sólo las fuerzas del universo estarán a favor, es decir, se tendrá “suerte” en la vida, sino que además cuando llegue algún suceso desagradable se tendrá la fuerza suficiente para hecerle frente.
Así pues, se puede trabajar para evitar el factor debilitante, de forma que aunque se de el factor desencadenante en algún momento o se posea el gen para una cierta enfermedad, la persona está suficientemente fuerte como para superarlo sin caer enferma, o al menos, no de forma grave. Y en el caso de una predisposición genética, se puede trabajar para que los factores del entorno no propicien la expresión de dicho gen.
 

Análisis

 
Existen algunos análisis para determinar algunas de las posibles causas: toxicología, bacteriología, parasitología, intolerancias alimentarias, virología, etc., análisis funcionales diferentes de los convencionales, pero a menudo resulta de todas formas difícil de identificar la causa. Muchas veces el terapeuta no puede llegar a conocer todos los aspectos de la vida de una persona lo suficientemente como para encontrarla. Por ello, es importante que la persona reflexione sobre su vida y los agentes a los que está expuesta, es necesario que la persona se conozca a sí misma, que es el segundo principio del método. 
En esta página se dan más detalles sobre el tipo de análisis que se pueden realizar.
 

Estudios de relaciones entre alimentación y enfermedades


Existen cada vez más estudios estadísticos entre todo tipo de factor y enfermedad que la desencadena. Así pues, podemos encontrar estudios que relacionan todo tipo de alimento con todo tipo de enfermedad. Pero hay que ser crítico con estos estudios. El hecho de que exista una relación no implica una causalidad.
Por ejemplo, el famoso “China Study” que relaciona las consumición de proteínas con el cáncer, es un estudio estadístico que recopila solamente observaciones. No se ha realizado ningún estudio doble-ciego para comprobar que esta relación es cierta. Se puede dar el caso que sean otros factores que acontecen normalmente asociados a las personas consumidoras de mucha carne lo que desarrolla el cáncer. Por ejemplo, estas personas también acostumbran a tomar más alcohol y ser más sedentarias, mientras que las vegetarianas, acostumbrar a cuidar más su salud en general, hacen ejercicio, meditación, compran comida ecológica, etc.
También es necesario conocer quién ha financiado el estudio (compañía farmacéutica, alimentaria, ...), por si existen posibles intereses.
Como el Dr. David Katz comenta: "Don’t just read opinions that confirm your own. If all you read is the stuff that agrees with what you want to believe in the first place, you’re taking a biased approach and not likely to wind up with a balanced perspective. You’ve got to read the best stuff that disagrees with what you’re hoping is true. Then, if you can still believe what you wanted to believe, it may be robust."
 

Conclusión:


Los análisis y la consulta con un terapeuta integrativo/holístico ayuda a identificar qué aspecto está más débil de forma que podría ser el origen de una enfermedad, pero debido a la infinidad de factores y a la dificultad del terapeuta en conocer todos los aspectos de la persona, es necesario que la persona haga un trabajo interior para conocerse a sí misma para encontrar el origen de la enfermedad, que es otro de los principios de la aproximación Living Fully Nourished.
Cuando se ha logrado identificar las causas de la enfermedad, se habrá dado un paso muy importante en el proceso de sanar. El siguiente paso a realizar será evitar la fuente o colmar la deficiencia que crea la enfermedad, que son también otros principios del método Living Fully Nourished.

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