En las enfermedades auto-inmunes, se considera que se atacan y destruyen las células de nuestro propio organismo por error. Según el tejido dañado tendremos enfermedades diferentes. Por ejemplo, en la artritis reumatoide el ataque se produce en las articulaciones; en la enfermedad celíaca se destruyen las vellosidad intestinales; en la diabetes de tipo 1 es el páncreas el órgano afectado; en la esclerosis múltiple se trata de los nervios; en la psoriasis es la piel; etc.
“The exact cause of autoimmune disorders is unknown” (la causa exacta de las enfermedades autoinmunes es desconocida), se puede leer en MedlinePlus, así como en cualquier portal dedicado a la medicina convencional que trate sobre este tema.
En la medicina convencional se ofrecen varias hipótesis para explicar este proceso de auto-inmunidad. La primera, y más aceptada, es el fenómeno de la reacción cruzada. Consiste en que al atacar a ciertos microorganismos o al intentar eliminar ciertas substancias perjudiciales que se encuentran en nuestro organismo, también resultan atacadas células propias, debido a la similitud entre ambos (el agente perjudicial y las células propias).
La segunda hipótesis más conocida es que por algún motivo, como puede ser un virus o un tóxico, las células han sido alteradas, y por lo tanto, no se reconocen como propias.
La tercera es que los glóbulos blancos o defensas funcionan mal, destruyendo células que son sanas.
La cuarta es que una substancia procedente de otra parte del organismo llega a otra parte, y como no se encuentra en el sitio que le corresponde, el sistema inmunitario la ataca. Por ejemplo, cuando hay una herida en el ojo y el fluido llega a la sangre.
Vamos a analizar con un poco más de detalle cada hipótesis para ver si en alguna de ellas el sistema inmunitario está funcionando incorrectamente.
Primera hipótesis: es absurdo pensar que sea posible que en la naturaleza pueda existir una confusión de este tipo entre substancias extrañas que no pertenecen al organismo y las propias. Si la evolución y/o la Naturaleza hubiera permitido que sucediera este hecho, ni la humanidad ni la mayoría de especies que existen en el mundo no existirían. Además, si la hipótesis de la reacción cruzada fuera cierta, muchos animales salvajes también padecerían esta condición, cosa que no produce. (Los animales domésticos están sujetos al mismo tipo de enfermedades que el hombre debido a que también siguen un estilo de vida que no es adecuado a su especie).
Segunda hipótesis: si las células del organismo han sido dañadas por algún motivo, no es ningún error que el sistema inmunitario las destruya, para que puedan ser reemplazadas por células sanas. Por lo tanto, el sistema inmunitario en este caso no se equivoca en su labor.
La tercera hipótesis no es ninguna hipótesis en sí, no es una justificación. Se dice que el sistema inmunitario funciona mal porque los glóbulos blancos funcionan mal. Pero no se da ninguna razón para ello. Si funcionan mal es por alguna razón. Podemos imaginar que la razón más lógica es que los glóbulos blancos se han dañado, por ejemplo.
El sistema inmunitario es muy complejo, y existen múltiples mecanismos para detectar que si algún proceso no funciona bien, pueda controlarse. Es como un ejército en el que los soldados se han puesto a disparar contra los habitantes de su país. Si esto sucede, en seguida se daría la alerta a los cargos superiores, y éstos inhabilitarían en seguida a los soldados. De la misma forma, si los glóbulos blancos no funcionan bien, existe en nuestro organismo unas células que controlan los glóbulos blancos (los linfocitos T reguladores) y que impedirían que actúen incorrectamente.
Pero, ¿y si los cargos superiores, los linfocitos T reguladores, son los que se han vuelto locos? Sí, es cierto que existen condiciones psicológicas que son auto-destructivas. La adicción, la depresión y la desesperación, son estados de la mente que llevan a un suicidio inconsciente. En ellos, el cerebro está mandando señales de auto-destrucción a nuestro organismo, y el sistema inmunitario cumple las órdenes.
Así que incluso en este caso nuestro organismo funciona correctamente, está cumpliendo las instrucciones que la persona le está dando.
En la cuarta hipótesis, si hay una substancia procedente de otra parte del cuerpo, se trata a fin de cuentas igualmente de una substancia extranjera que debe limpiarse, y por lo tanto, es correcto que el sistema inmunitario actúe para limpiarla.
Por lo tanto, las enfermedades auto-inmunes no son ningún error de la naturaleza humana.
En cuanto a las hipersensibilidades o alergias, la medicina convencional explica que se trata de una respuesta exagerada del sistema inmunitario frente a agentes externos que son inofensivos para nuestro organismo, como el polen o ciertos alimentos. Los factores que puede influir en desarrollar alergias son principalmente genéticos, pero admiten que el estrés puede agravar la situación, y también barajan la hipótesis de la higiene extrema. En esta hipótesis se argumenta que el hecho de que los niños vivan en un ambiente aséptico debilita su sistema inmunitario. También se menciona que sufrir ciertas enfermedades en la infancia y la polución ambiental puede también tener una incidencia. Pero a fin de cuentas, no tienen ninguna explicación para el hecho de que el sistema inmune sea hipersensible a substancias naturales. Simplemente, consideran que el sistema inmunitario no funciona bien.
En medicina funcional o integrativa, se defiende la hipótesis de que un daño producido en el intestino hace que éste se vuelva hiper-permeable o poroso y deje pasar a su través substancias perjudiciales, como alimentos parcialmente digeridos, tóxicos y bacterias; por lo que éstas llegan hasta el torrente sanguíneo. Entonces el sistema inmunitario reacciona contra estas substancias que no deberían encontrarse en la sangre, creando una inflamación subyacente que es causa indirecta de las hipersensibilidades ambientales, y causa directa de las intolerancias y alergias alimentarias.
Según esta teoría, el sistema inmunitario no está haciendo nada incorrecto, ya que es necesario que realice su función de limpieza de substancias indeseables que han pasado a través del intestino hiper-permeable. Así que en este caso, el sistema inmunitario tampoco se equivoca.
El sistema inmunitario es nuestra defensa y nuestro sistema de limpieza interno. Es un ejército perfecto, que produce una respuesta siempre adecuada y proporcional al problema que tiene que hacer frente.
El único caso en que un sistema inmunitario puede ser deficiente es cuando el cuerpo no dispone de los nutrientes necesarios para realizar su función. En este caso estamos hablando de un tipo de enfermedades completamente opuestas a las auto-immunes y alergias; se trata de una reacción insuficiente, en vez de una sobre-reacción. Existen ciertas teorías que indican que el cáncer podría ser debido a una función insuficiente del sistema inmunitario, en el que no se eliminan las dañinas células cancerígenas. Esto será objeto de otro artículo.
De momento, podemos concluir que las enfermedades en las que el sistema inmunitario es hiper-reactivo no son debidas a un error de funcionamiento.
Entonces, si el sistema inmunitario está haciendo su labor lo mejor que puede, no tiene sentido impedir su funcionamiento con remedios anti-inflamatorios. En este otro artículo puede leer la continuación, donde se explica cuál es el mecanismo de acción de los anti-inflamatorios.
Bibliografía:
* “The Life Science Health System” by T.C. Fry.
Lesson 2 – The Nature And Purpose Of Disease
Lesson 72 - Rheumatic Diseases
Lesson 71 – Allergies, Hay Fever, And Other Chronic Diseases
“The exact cause of autoimmune disorders is unknown” (la causa exacta de las enfermedades autoinmunes es desconocida), se puede leer en MedlinePlus, así como en cualquier portal dedicado a la medicina convencional que trate sobre este tema.
En la medicina convencional se ofrecen varias hipótesis para explicar este proceso de auto-inmunidad. La primera, y más aceptada, es el fenómeno de la reacción cruzada. Consiste en que al atacar a ciertos microorganismos o al intentar eliminar ciertas substancias perjudiciales que se encuentran en nuestro organismo, también resultan atacadas células propias, debido a la similitud entre ambos (el agente perjudicial y las células propias).
La segunda hipótesis más conocida es que por algún motivo, como puede ser un virus o un tóxico, las células han sido alteradas, y por lo tanto, no se reconocen como propias.
La tercera es que los glóbulos blancos o defensas funcionan mal, destruyendo células que son sanas.
La cuarta es que una substancia procedente de otra parte del organismo llega a otra parte, y como no se encuentra en el sitio que le corresponde, el sistema inmunitario la ataca. Por ejemplo, cuando hay una herida en el ojo y el fluido llega a la sangre.
Vamos a analizar con un poco más de detalle cada hipótesis para ver si en alguna de ellas el sistema inmunitario está funcionando incorrectamente.
Primera hipótesis: es absurdo pensar que sea posible que en la naturaleza pueda existir una confusión de este tipo entre substancias extrañas que no pertenecen al organismo y las propias. Si la evolución y/o la Naturaleza hubiera permitido que sucediera este hecho, ni la humanidad ni la mayoría de especies que existen en el mundo no existirían. Además, si la hipótesis de la reacción cruzada fuera cierta, muchos animales salvajes también padecerían esta condición, cosa que no produce. (Los animales domésticos están sujetos al mismo tipo de enfermedades que el hombre debido a que también siguen un estilo de vida que no es adecuado a su especie).
Segunda hipótesis: si las células del organismo han sido dañadas por algún motivo, no es ningún error que el sistema inmunitario las destruya, para que puedan ser reemplazadas por células sanas. Por lo tanto, el sistema inmunitario en este caso no se equivoca en su labor.
La tercera hipótesis no es ninguna hipótesis en sí, no es una justificación. Se dice que el sistema inmunitario funciona mal porque los glóbulos blancos funcionan mal. Pero no se da ninguna razón para ello. Si funcionan mal es por alguna razón. Podemos imaginar que la razón más lógica es que los glóbulos blancos se han dañado, por ejemplo.
El sistema inmunitario es muy complejo, y existen múltiples mecanismos para detectar que si algún proceso no funciona bien, pueda controlarse. Es como un ejército en el que los soldados se han puesto a disparar contra los habitantes de su país. Si esto sucede, en seguida se daría la alerta a los cargos superiores, y éstos inhabilitarían en seguida a los soldados. De la misma forma, si los glóbulos blancos no funcionan bien, existe en nuestro organismo unas células que controlan los glóbulos blancos (los linfocitos T reguladores) y que impedirían que actúen incorrectamente.
Pero, ¿y si los cargos superiores, los linfocitos T reguladores, son los que se han vuelto locos? Sí, es cierto que existen condiciones psicológicas que son auto-destructivas. La adicción, la depresión y la desesperación, son estados de la mente que llevan a un suicidio inconsciente. En ellos, el cerebro está mandando señales de auto-destrucción a nuestro organismo, y el sistema inmunitario cumple las órdenes.
Así que incluso en este caso nuestro organismo funciona correctamente, está cumpliendo las instrucciones que la persona le está dando.
En la cuarta hipótesis, si hay una substancia procedente de otra parte del cuerpo, se trata a fin de cuentas igualmente de una substancia extranjera que debe limpiarse, y por lo tanto, es correcto que el sistema inmunitario actúe para limpiarla.
Por lo tanto, las enfermedades auto-inmunes no son ningún error de la naturaleza humana.
En cuanto a las hipersensibilidades o alergias, la medicina convencional explica que se trata de una respuesta exagerada del sistema inmunitario frente a agentes externos que son inofensivos para nuestro organismo, como el polen o ciertos alimentos. Los factores que puede influir en desarrollar alergias son principalmente genéticos, pero admiten que el estrés puede agravar la situación, y también barajan la hipótesis de la higiene extrema. En esta hipótesis se argumenta que el hecho de que los niños vivan en un ambiente aséptico debilita su sistema inmunitario. También se menciona que sufrir ciertas enfermedades en la infancia y la polución ambiental puede también tener una incidencia. Pero a fin de cuentas, no tienen ninguna explicación para el hecho de que el sistema inmune sea hipersensible a substancias naturales. Simplemente, consideran que el sistema inmunitario no funciona bien.
En medicina funcional o integrativa, se defiende la hipótesis de que un daño producido en el intestino hace que éste se vuelva hiper-permeable o poroso y deje pasar a su través substancias perjudiciales, como alimentos parcialmente digeridos, tóxicos y bacterias; por lo que éstas llegan hasta el torrente sanguíneo. Entonces el sistema inmunitario reacciona contra estas substancias que no deberían encontrarse en la sangre, creando una inflamación subyacente que es causa indirecta de las hipersensibilidades ambientales, y causa directa de las intolerancias y alergias alimentarias.
Según esta teoría, el sistema inmunitario no está haciendo nada incorrecto, ya que es necesario que realice su función de limpieza de substancias indeseables que han pasado a través del intestino hiper-permeable. Así que en este caso, el sistema inmunitario tampoco se equivoca.
El sistema inmunitario es nuestra defensa y nuestro sistema de limpieza interno. Es un ejército perfecto, que produce una respuesta siempre adecuada y proporcional al problema que tiene que hacer frente.
El único caso en que un sistema inmunitario puede ser deficiente es cuando el cuerpo no dispone de los nutrientes necesarios para realizar su función. En este caso estamos hablando de un tipo de enfermedades completamente opuestas a las auto-immunes y alergias; se trata de una reacción insuficiente, en vez de una sobre-reacción. Existen ciertas teorías que indican que el cáncer podría ser debido a una función insuficiente del sistema inmunitario, en el que no se eliminan las dañinas células cancerígenas. Esto será objeto de otro artículo.
De momento, podemos concluir que las enfermedades en las que el sistema inmunitario es hiper-reactivo no son debidas a un error de funcionamiento.
Entonces, si el sistema inmunitario está haciendo su labor lo mejor que puede, no tiene sentido impedir su funcionamiento con remedios anti-inflamatorios. En este otro artículo puede leer la continuación, donde se explica cuál es el mecanismo de acción de los anti-inflamatorios.
Bibliografía:
* “The Life Science Health System” by T.C. Fry.
Lesson 2 – The Nature And Purpose Of Disease
Lesson 72 - Rheumatic Diseases
Lesson 71 – Allergies, Hay Fever, And Other Chronic Diseases