Herbert Shelton (1) dice que “Un niño puede ser normal, a nivel de altura y peso, pero presentar evidencias de malnutrición. Un niño con sobrepeso puede estar malnutrido.
Los síntomas más frecuentes de malnutrición son:
* piel delicada y seca, pálida o como de cera o amarillenta,
* uñas frágiles y quebradizas,
* círculos azules o oscuros alrededor de los ojos,
* piel flácida, músculos subdesarrollados, hombros redondos, omóplatos prominentes, postura cansada, abdomen prominente
* irritabilidad, falta de atención y/o escucha, pereza, fatiga física y/o mental, retraso mental, disposición temperamental, falta de curiosidad y de concentración,
* suelen tener también muchas manías con la comida.
No es necesario presentar todos los síntomas, el hecho de presentar alguno ya es indicativo de una posible malnutrición.”
Hay muchos otros síntomas comúnmente presentes en nuestros niños actualmente, relacionados con una nutrición deficiente. Enfermedades otorrinolaringológicas a repetición; problemas del aprendizaje y del comportamiento; problemas dentales, como caries o la necesidad de ortodoncia, y de los huesos, como escoliosis y los pies planos; problemas de visión y la necesidad de llevar gafas; etc.
La malnutrición no significa que la persona no come suficiente, sino todo lo contrario. En nuestro mundo occidental, paradójicamente una nutrición deficiente procede de un exceso de ingesta de alimentos, o la consumición de alimentos inadecuados.
Shelton dice que “Una alimentación excesiva implica inanición, sea porque el bebé es alimentado en exceso porque llora debido a que ha comido demasiado, sea porque el adulto glutoniza porque es adicto a la comida y ansía la misma estimulación”.
Las deficiencias desde el punto de vista del estilo de vida que pueden también acarrear problemas de salud son la falta de exposición al sol, la falta de descanso y sueño, la falta de ejercicio, la falta de cariño, aire y agua contaminados; o también puede tratarse de un exceso de habitudes insanas, como formas de divertimento insaludables o la exposición crónica a ciertos tipos de toxicidad (medicinas, vacunas, y todo tipo de productos químicos).
En cualquier caso, cuando una persona sufre una enfermedad, y sigue un estilo de vida estándar y un tipo de alimentación considerada por la medicina convencional como “balanceada”, entonces no estás siguiendo una alimentación sana. La mayoría de los alimentos que son considerados normalmente sanos no lo son en realidad. Un/a nutricionista podrá ayudarte a encontrar dónde está el problema en tu alimentación, para que puedas vivir realmente bien nutrido (living fully nourished)
Puedes leer más detalles sobre las causas de la malnutrición en este otro artículo.
Referencias:
(1) Hygienic Systems Vol. II, “The science and fine art of food and nutrition”, by Herbert M. Shelton.
Los síntomas más frecuentes de malnutrición son:
* piel delicada y seca, pálida o como de cera o amarillenta,
* uñas frágiles y quebradizas,
* círculos azules o oscuros alrededor de los ojos,
* piel flácida, músculos subdesarrollados, hombros redondos, omóplatos prominentes, postura cansada, abdomen prominente
* irritabilidad, falta de atención y/o escucha, pereza, fatiga física y/o mental, retraso mental, disposición temperamental, falta de curiosidad y de concentración,
* suelen tener también muchas manías con la comida.
No es necesario presentar todos los síntomas, el hecho de presentar alguno ya es indicativo de una posible malnutrición.”
Hay muchos otros síntomas comúnmente presentes en nuestros niños actualmente, relacionados con una nutrición deficiente. Enfermedades otorrinolaringológicas a repetición; problemas del aprendizaje y del comportamiento; problemas dentales, como caries o la necesidad de ortodoncia, y de los huesos, como escoliosis y los pies planos; problemas de visión y la necesidad de llevar gafas; etc.
La malnutrición no significa que la persona no come suficiente, sino todo lo contrario. En nuestro mundo occidental, paradójicamente una nutrición deficiente procede de un exceso de ingesta de alimentos, o la consumición de alimentos inadecuados.
Shelton dice que “Una alimentación excesiva implica inanición, sea porque el bebé es alimentado en exceso porque llora debido a que ha comido demasiado, sea porque el adulto glutoniza porque es adicto a la comida y ansía la misma estimulación”.
Las deficiencias desde el punto de vista del estilo de vida que pueden también acarrear problemas de salud son la falta de exposición al sol, la falta de descanso y sueño, la falta de ejercicio, la falta de cariño, aire y agua contaminados; o también puede tratarse de un exceso de habitudes insanas, como formas de divertimento insaludables o la exposición crónica a ciertos tipos de toxicidad (medicinas, vacunas, y todo tipo de productos químicos).
En cualquier caso, cuando una persona sufre una enfermedad, y sigue un estilo de vida estándar y un tipo de alimentación considerada por la medicina convencional como “balanceada”, entonces no estás siguiendo una alimentación sana. La mayoría de los alimentos que son considerados normalmente sanos no lo son en realidad. Un/a nutricionista podrá ayudarte a encontrar dónde está el problema en tu alimentación, para que puedas vivir realmente bien nutrido (living fully nourished)
Puedes leer más detalles sobre las causas de la malnutrición en este otro artículo.
Referencias:
(1) Hygienic Systems Vol. II, “The science and fine art of food and nutrition”, by Herbert M. Shelton.