La salud
La salud no consiste meramente en la ausencia de síntomas de enfermedad. Es un estado de bienestar positivo que se evidencia con un estado constante de euforia. Es muy raramente experimentado por las personas actualmente.
La salud es un estado de integridad del organismo; vigor y eficiencia de funciones; y excelencia de facultades mentales.
El retorno a la perfección, por Dr. Herbert M. Shelton
En inglés, la palabra salud (health) viene de la palabra todo (whole). Salud viene de la misma palabra que significa restaurar un estado de plenitud, solidez e integridad. Sagrado (holy) tiene el mismo origen y significa la plenitud y la perfección de organización, libertad de acción, armonía de funciones, vigor y libre de toda mancha y corrupción - en una frase, es “mente sana en cuerpo sano”.¿Cómo se puede lograr dicho estado de salud elevado? Si el hombre contemporáneo está tan falto de salud que no es más que un pobre espécimen de la humanidad, ¿cómo puede volver a su poder y majestuosidad prístino? En una palabra: ¿cómo puede el hombre ser curado?
Vivir de acuerdo con las leyes naturales produce una salud perfecta
Esto puede hacerse solamente según las bases de una ley, la ley natural específicamente, según las bases de aquellas leyes que operan para hacer la vida humana posible. Todas las leyes esenciales al bienestar del hombre están escritas en su propia constitución. Cada regla de la conducta humana, para ser válida en promover el bienestar y felicidad humana, debe estar en armonía con su naturaleza. Ninguna ley, ninguna costumbre (convención) social, ningún precepto moral pueden tener ser reales al hombre si no están de acuerdo con su máximo bienestar. Si no está íntimamente relacionado con la más alta aptitud humana, física, moral e intelectual, no puede corresponder a sus más elevados ideales de verdad, deber y placer.Los instintos no distorsionados de los animales salvajes que viven en sus hogares naturales son las leyes de sus vidas. No parece que haya razón para dudar que los instintos de los hombre fueron una vez igualmente guías perfectas en su estilo de vida. Pero si esto fuera cierto, no lo es actualmente. Los instintos del hombre han sido tan pulidos y enterrados bajo una capa de bagaje cultural, que no pueden constituir guías fiables para él en su vida. Han sido “condicionadas” hasta ser engañosas.
Las distorsiones de la salud empiezan pronto en la vida
Sin embargo, es cierto que actualmente incluso los instintos no son guías suficientemente fiables para conducir los jóvenes. Empezamos el proceso de alterar los instintos casi desde el nacimiento.El instinto nos avisa cuando tomamos el primer cigarrillo, pero la costumbre social requiere que ignoremos el aviso y suprimamos las vigorosas protestas del instinto. Debemos aprender a fumar, incluso cuando se conoce que el final puede ser la muerte por cáncer de pulmón. Actualmente se puede ser fumadores pasivos desde simples niños. El humo en la casa se ha convertido en casi universal.
Somos también advertidos en nuestro primer intento de desarrollar alcoholismo. El primer vaso de cerveza es repugnante. El vino huele y sabe a fermentado, y lo es. La primera bebida de cognac o whisky quema y pica a medida que desciende, el organismo se queja a cada centímetro de su paso. Pero ignoramos estas protestas y avisos, estamos determinados a crecer, y la única forma de hacerlo en nuestra sociedad es convertirse en adicto de una o más formas.
Las malas prácticas produce destrozos humanos
El café y el té son repulsivos a los sentidos del olfato y del tacto. Producen un estado de “subida” que no debe ser confundido con fortaleza y bienestar; interfieren el sueño, manteniéndonos despiertos durante horas. Pero ignoramos estos avisos de los fieles centinelas de la vida. Suprimimos las ganas de escapar de estos venenos. Estamos determinados a pertenecer. Queremos ser “uno más de la banda” incluso si tenemos que destruirnos en el proceso.Hemos aprendido a tomar los miserables fragmentos de los alimentos naturales con los que los procesadores y refinadores de alimentos han inundado el mercado, fragmentos que no llaman al sentido gustativo, y añaden edulcorantes, colorantes, aromas, etc. para hacerlos atractivos a los sentidos de la vista, olfato y gusto a pesar de su incapacidad de responder a las necesidades de nutrición humana. Los comemos, sin pensar mucho que no representan verdaderos alimentos o que pueden resultar ser incluso dañinos. Hemos encontrado formas de decepcionarnos y de destruirnos a nosotros mismos sin saber que lo estamos haciendo.
Las prácticas correctas disciplinadas pueden restaurar la perfección impecable
Para los males de la ignorancia el remedio es el conocimiento, para los males de ideas falsas el remedio es la verdad. Como fuente de verdad y conocimiento tenemos la naturaleza, especialmente la naturaleza humana. Sólo cuando la verdad y el conocimiento son universales podemos esperar que los hombres y mujeres cesen de dañarse y destruirse a sí mismos con la indulgencia desenfrenada del tabaco, alcohol, y alimentos sin alimento. La esperanza del futuro es la divulgación de la Higiene Natural.Enfermedad
Una persona enferma sufre dificultades en mantener las energías para las funciones que desea cumplir y en mantener operativas las facultades que desea ejercitar.Hay dos tipos de enfermedad. El primer tipo sirve para un propósito y el segundo tipo no tiene ninguno. Estos dos tipos de enfermedad son la enfermedad constructiva, también llamada enfermedad aguda, y la enfermedad degenerativa. Este último resulta de la disfunción orgánica en la cual los órganos, tejidos, huesos y otras facultades han sufrido una destrucción, distorsión o daño irreversible.
Propósito de las enfermedades
Las enfermedades afectan todo el cuerpo, no sólo una parte. El cuerpo inicia las enfermedades de rehabilitación para cumplir un objetivo. El propósito sirve a todo el cuerpo, no sólo un órgano, area o parte. Todo lo que afecta una parte del cuerpo afecta todo el organismo. Si tenemos un dolor de espalda, todo el cuerpo se ve afectado. No hay partes aisladas que no estén involucradas, bien a nivel de mente consciente o inconsciente.* La enfermedad es iniciada por el cuerpo
El cuerpo por sí sólo instituye la crisis conocida como enfermedad. Los científicos de la vida llaman a este proceso una “limpieza” o crisis de curación. Tal procedimiento es dirigido por el cuerpo cuando su integridad está comprometida o amenazada por la acumulación de materia tóxica no eliminada. El nivel de vitalidad y la extensión de la sobrecarga determina el tipo de crisis. Dada la alta vitalidad de un niño, éstos toleran un nivel muy bajo de toxicidad. En la infancia, los resfriados son muy frecuentes. Dada la baja vitalidad de la mayoría de las personas mayores en nuestra sociedad, los resfriados son una rareza. Debido a que pocas personas mayores mantienen la vitalidad del cuerpo, la sobrecarga tóxica los sume en enfermedades crónicas, degenerativas y patologías insospechadas.
* La enfermedad es un proceso de eliminación
El cuerpo crea una crisis en respuesta a la necesidad del organismo de liberarse de materia tóxica y reparar los daños. Consecuentemente, el cuerpo extrae energía de las actividades normales del cuerpo y la redirige hacia la crisis de curación.
El cuerpo rechaza todo lo que sea irritante. Por ejemplo, si entra polvo en la nariz, el cuerpo segregará mucosidad para envolver la partícula de polvo y eliminarla. O bien estornudará. En ambos casos, el cuerpo actúa defensivamente. Por lo tanto, todos las enfermedades curativas son una acción defensiva del cuerpo.
Las bacterias no invaden el organismo ya que siempre se encuentran en el organismo. Incluso después de perder la flora intestinal después de un ayuno, las bacterias son todavía presentes. Las bacterias pueden en muchos casos hacer lo que los osos y otros animales hacen: hibernar.
Pasteur no fue el padre de la bacteriología. Antoine Bechamp fue el padre de esta ciencia. Bechamp tomó lo que él llamaba una microzyma de los arrecifes de roca caliza de Francia. Encontró que cuando se les suminstraba agua, calor y otros nutrientes, la microzyma proliferaba. Estos microorganismos han estado sepultados durante diez millones de años en un estado durmiente. Así que las bacterias tienen mayores capacidades de supervivencia de las que somos conscientes.
La toxemia es la causa universal de la enfermedad
De hecho, existe una sola enfermedad, no importa cómo se manifieste. Y la enfermedad, la cual nosotros llamamos enfermedad constructiva, es ocasionada por el cuerpo mismo y es conocido como una crisis de toxemia o curación.* Las siete etapas de la enfermedad
Hay varias etapas de enfermedad. La causa subyacente de la enfermedad en todos los estadios es la toxemia. Aunque la toxemia podría proceder de varias fuentes, básicamente existe debido a una energía vital insuficiente para eliminar suficientemente los tóxicos exógenos y los desechos del cuerpo. La toxemia no es un término suficientemente amplio para cubrir todo el proceso de intoxicación ya que toxemia significa toxicidad sólo en la sangre. De hecho es más apropiado el término toxicosis. Los tejidos, células y espacio intersticial también están cargados de tóxicos. En resumen, todo el cuerpo está intoxicado.
Las enfermedades presentan muchos aspectos diferentes porque evolucionan con la deterioración progresiva del organismo que las sufren. La enfermedad tiene siete etapas diferentes. Estas etapas corresponden a las diferencias de cada etapa de la evolución.
1. Enervación
La primera fase no está ni reconocida por los médicos como enfermedad. Los científicos de la vida lo llaman enervación. La mayoría de las personas la llaman agotamiento nervioso. Enervación es un estado en el cual el cuerpo o bien no está generando suficiente vital o nerviosa para realizar sus funciones, o las funciones que el cuerpo debe realizar requieren una energía vital superior de la que normalmente podría hacer frente. En ambos casos, el cuerpo está debilitado, y un cuerpo débil genera menor energía vital si las condiciones de sobrecarga o baja producción de energía persisten. La mayoría de personas reconocen cuando están exhaustas.
La enervación puede ser causada por la disminución de energía vital de cientos de formas diferentes. Dormir regenera la energía vital. Obviamente, dormir insuficientemente no cubrirá las necesidades, no recargará completamente nuestras baterías. Necesitamos dormir para regenerar la energía vital del cerebro y del sistema nervioso.
El cuerpo es principalmente un organismo que trabaja con la cantidad de electricidad que genera y que tiene en sus reservas. Si el suministro es disminuido o insuficiente para cubrir las necesidades del cuerpo, entonces las funciones del cuerpo se alteran, incluyendo los procesos de eliminación de ambos productos, los desechos metabólicos endógenos y los tóxicos exógenos introducidos en el cuerpo. Este daño engendra más daño incluyendo la disminución de las habilidades del cuerpo para restaurar la baja energía vital. El cuerpo empieza el descenso. La siguiente etapa de este decline es la llamada toxemia.
2. Toxemia o Toxicosis
Cuando las substancias tóxicas de cualquier fuente saturan la sangre, los tejidos, el sistema linfático y los fluidos intersticiales, entonces se producen las condiciones de toxemia y toxicosis.
Como organismos funcionales, generamos una tremenda cantidad de subproductos tóxicos. Generamos suficiente dióxido de carbono para morir en unos pocos minutos. Y este es sólo uno de los muchos productos de desecho. Existen trillones de células en nuestro cuerpo humano. Decenas de billones de éstas fallecen cada día y son reemplazadas por células nuevas. Las células viejas son destruidas por los lisosomas, enzymas que residen dentro de la célula misma. Cuando la célula muere, estas enzymas descomponen la célula en muchos pequeños componentes para su eliminación. Estos componentes son basura celular. Algunos de estos componentes como el hierro, proteinas y aminoácidos son reciclados por el cuerpo. Un 95% de las necesidades de hierro y un 70% de las necesidades de proteínas son satisfechas por el reciclaje. Otras necesidades son cubiertas por el reciclaje también. Esto da una idea de la inmensa providencia y sabiduría del cuerpo en alcanzar sus necesidades.
La saturación de materia tóxica en los tejidos y en la sangre puede ser causada por tóxicos endógenos y exógenos que el cuerpo no ha podido eliminar del espacio vital. La intoxicación ocurre debido a la sobrecarga de estos tóxicos o cuando fallamos en observar nuestras capacidades y trabajamos excesivamente, no dormimos suficientemente, o estamos sujetos a un gran estrés, o cuando cualquier otro factor vacían al cuerpo de la energía vital o impiden su regeneración suficientemente. Por ejemplo, estrés, choques emocionales o experiencias traumáticas pueden drenar nuestro cuerpo de energía vital rápidamente. Es como cortocircuitar la batería del coche.
A cierto nivel de intoxicación empezamos a experimentar la siguiente fase de enfermedad que es la llamada irritación.
3. Irritación
La irritación resulta cuando la materia tóxica es detectada por nuestro sistema nervioso. La mayoría de nosotros prestamos poca atención a este estadio, y los médicos no prestan ninguna atención. Cuando sentimos picazón, mareo, nervios, malestar, o cuando hay alguna molestia sin dolor, existe irritación. Por ejemplo cuando pica la nariz o hay mucosidad. Es una simple incitación que nos lleva a buscar confort para librarnos de la irritación. Por ejemplo, la urgencia para orinar o defecar es una forma de irritación debido a la acumulación de residuos mayor de la que el cuerpo se siente confortable. Sin embargo, la urgencia no es dolorosa a menos que sea ignorada hasta que crea demasiada presión en esta área.
Cuando una persona toma demasiadas bebidas alcohólicas decimos que está intoxicado. Aunque toda toma de alcohol es perjudicial para el organismo, el cuerpo puede eliminar rápidamente una pequeña cantidad antes de que ocurra un daño mayor. Al aumentar la ingesta, la eliminación es proporcionalmente menor y el daño proporcionalmente mayor. La primera bebida de alcohol ocasiona sólo irritación la cual llamamos popularmente estimulación. Pero cualquier producto tóxico, sea la sal, cafeína, o condimentos va a producir una irritación o estimulación. En esta condición el cuerpo activa sus mecanismos de defensa y acelera su actividad interna. Desafortunadamente esta condición nos hace sentir bien e incluso eufóricos. Pero desgraciadamente estamos dañando el organismo.
Si las causas de la enervación/intoxicación/irritación se mantienen y el cuerpo no puede manejarlas entonces el cuerpo inicia una crisis llamada inflamación.
4. Inflamación
Este es el primer estadio que los médicos reconocen como patológico. Es la etapa donde los enfermos son conscientes de que hay un problema ya que implica dolor. También implica una redirección del cuerpo de las energías vitales. El sistema intestinal se para. La energía que normalmente sería disponible para actividades es redirigida al esfuerzo masivo para tratar una condición severa de intoxicación. Por temor a que la integridad del organismo sea amenazada mortalmente, el cuerpo reúne esfuerzos ante la emergencia.
En la inflamación, los productos tóxicos se han concentrado en un órgano o área para un esfuerzo masivo de expulsión. El área se inflama debido a la constante irritación de materia tóxica. cuando la inflamación existe solemos decir que tenemos una “itis”, apendicitis, hepatitis, nefritis, por ejemplo. Las palabras acabadas en “itis” son compuestas con el órgano o tejido que está inflamado. Por ejemplo una inflamación en la nariz es una rinitis. Una inflamación de las cavidades del sinus es una sinusitis. Si afecta el tejido bronquial tenemos una bronquitis o asma. Etc. Tenemos estas patologías porque en cada caso el cuerpo ha elegido eliminar la extraordinaria carga tóxica a través del órgano afectado. Por ejemplo, el asma existe porque el cuerpo ha elegido los bronquios como salida de materia tóxica. La condición es crónica porque la condición tóxica es incesante. Mientras que el enfermo continua intoxicándose el cuerpo continua eliminando la carga a través de los bronquios y el tejido alveolar.
La inflamación o fiebre es una respuesta a una crisis del cuerpo a una situación que amenaza la vida. El organismo y únicamente el organismo crea la fiebre. Es un síntoma de la actividad del cuerpo intensa e aumentada, dirigida a la limpieza y reparación. Las energías extraordinarias empleadas en una fiebre son a costa de las energías normalmente dedicadas a la digestión, trabajo o juego, pensamiento o vista, etc. La fiebre es una actividad curativa. La idea de suprimir la fiebre es equivalente a golpear una persona que se está ahogando en la cabeza para que cese sus esfuerzos. Por lo tanto, si el esfuerzo de eliminación es suprimido, la toxicidad aumenta hasta que otros órganos, normalmente los pulmones, se saturan, no solamente con la toxicidad sino también por los medicamentos administrados. Cuando se recupera cierta vitalidad del cuerpo, la neumonía es susceptible de resultar.
La inflamación es la cuarta etapa de enfermedad y es el esfuerzo más intenso del cuerpo para limpiarse y restaurarse a sí mismo. El siguiente estadio es destructivo y degenerativo. Resultará si las causas de la intoxicación general continúan.
5. Ulceration
Ulceración significa que una enorme cantidad de células y tejido son destruidas.
Los sistemas fisiológicos están agotados debido a la incapacidad del cuerpo a vivir incesantemente en un medio tóxico. Donde el tejido es destruido queda un vacío. Un ejemplo es una úlcera en la boca. Las lesiones o úlceras pueden darse en otras partes del cuerpo también. Estas condiciones son normalmente intensamente dolorosas, ya que hay nervios desprotegidos.
Mientras que el cuerpo va a utilizar la úlcera como salida de la extraordinaria cantidad de tóxicos para aliviarse, la úlcera puede curarse si se discontinuan las causas, o si el nivel de toxicidad es reducido significativamente. Este proceso de reparación del daño es como poner parches en los pantalones con agujeros. Este proceso de parchear es llamado induración.
6. Induración
La induración es el endurecimiento de los tejidos o del relleno de la úlcera del tejido con tejido duro. La cicatrización es una forma de induración. Pero en este estadio de enfermedad, hay una dirección y propósito en el endurecimiento. El espacio vacante es rellenado, y la materia tóxica que ha amenazado la integridad es encapsulada en un saco de tejido endurecido. La úlcera y la materia tóxica es sellada por el tejido endurecido que la envuelve. Esta es la forma de poner en cuarentena los tóxicos, a menudo formando un tumor. Esta condición es diagnosticada como cáncer diecinueve veces sobre veinte, cuando en realidad, no existe cáncer.
La induración es la última etapa en la cual el cuerpo ejerce control inteligente. Si las prácticas patogénicas que traen materia tóxica continúan, las células y los tejidos se vuelven descontrolados. Intentan sobrevivir lo mejor que pueden por sí mismos. Las células se vuelven parásitas, viviendo de los nutrientes que pueden obtener del tejido linfático pero sin contribuir para nada a la economía y buen funcionamiento del cuerpo. Se vuelven desorganizadas. Su código genético ha sido alterado por los tóxicos. Por lo tanto, ya no son capaces de una acción normal inteligente ordenada en el contexto de una economía vital. Cuando las células se descontrolan de esta forma la condición se llama cáncer.
7. Cáncer
El punto final de la evolución de una enfermedad es el cáncer. Es la última etapa de enfermedad y normalmente es fatal, especialmente si las causas que la han llevado son continuadas. El cese de las causas y la adopción de prácticas saludables puede pararlo, ya que pueden revitalizar el organismo e incluso destruir las células cancerosas. Todo es relativo. Las células cancerosas viven en un ambiente hostil pero todavía se dividen y florecen mientras haya nutrientes disponibles para ellas. Las células cancerosas pueden ser consideradas como células que se han vuelto independientes y que han vuelto al estadio de células primitivas descontroladas, células que viven completamente por sí mismas como hacen los protozoos.
* Virus y bacterias, rol en la enfermedad
Después de revisar las siete etapas de la enfermedad debería ser obvio que las bacterias y los llamados virus no son las causas de las enfermedades. Los virus causan enfermedades si la materia de desecho tóxica procedente de las células descompuestas del cuerpo son los virus. Basura de células descompuestas es precisamente lo que los médicos llaman virus. Consideran a los virus como entidades vivientes cuando, de hecho, los médicos no han observado nunca una cualidad de ser vivo que se pueda atribuir a los virus. Lo que llaman virus es siempre sin vida. No posee los primeros prerrequisitos para la vida, que son los mecanismos metabólicos y de control. Incluso las bacterias lo tienen.
Cuando se pregunta a un bacteriólogo qué viene antes, si el terreno o la bacteria, él responderá que el terreno debe existir primero para que pueda crecer la bacteria, ya que las células ofrecen un entorno mortal a las bacterias. Así que las bacterias no existen nunca en un estado de proliferación si no hay comida para su propagación. Sólo se multiplican cuando hay festín, y mueren cuando hay hambre o el entorno es desfavorable, por lo tanto, las bacterias no pueden crear su suministro de alimento de la misma forma que las moscas no causan excrementos. La basura debe existir antes que las moscas. De la misma forma, los desechos o terreno en el cual las bacterias crecerán en nuestro cuerpo debe preexistir antes que ellas aparezcan y se propaguen. En otras palabras, las bacterias no causan la condición, están allí debido a la condición.
Cuando el cuerpo se encuentra en una condición altamente tóxica como en la inflamación, se absorben bacterias de la cavidad intestinal y se transportan hasta el punto donde la materia tóxica se ha concentrado. Las bacterias entonces asisten simbióticamente en la destrucción de esta materia tóxica para su eliminación. Por supuesto, los excrementos de las bacterias son tóxicos, también.
Las bacterias son las compañeras simbióticas de todas las criaturas de la naturaleza. Para que puedan venir y existir en la naturaleza, en primer lugar el hombre tiene que establecer un estado de simbiosis con todas las fuerzas naturales.
* La enfermedad se complica por los subproductos de las bacterias simbióticas
Las bacterias complican la enfermedad porque los subproductos de la fermentación o putrefacción bacteriana son tóxicos. En la fermentación los subproductos son el ácido láctico, el ácido acético o vinagre y alcohol. La subproductos de la putrefacción de las proteínas son amoníaco, indoles, escatoles, purinas, etc. Son substancias tóxicas para el organismo, aunque el cuerpo puede eliminar normalmente estas toxinas. De hecho, nuestras heces y orina están cargados con los subproductos de la descomposición de las proteínas, procedentes de nuestro cuerpo y de la descomposición bacteriana.
Probablemente habrá oído hablar del ideal de vida en un entorno libre de gérmenes. Esto es imposible, por supuesto. Hay trillones de bacterias dentro y encima de nuestro cuerpo todo el tiempo. Si estuviéramos libres de estos microscópicos organismos moriríamos pronto. Las bacterias nos ofrecen muchos servicios esenciales para nuestra vida.
Si los resfriados son un proceso de limpieza, ¿cómo puede el cuerpo en crisis ponerse peor? Si el cuerpo está eliminando materia tóxica profusamente a través de las vías respiratorias como sucede en los resfriados y gripe, entonces ¿cómo se contaminan los pulmones?
Todos los casos de resfriados y gripe se recuperan muy rápidamente si el sufridor va a la cama en una habitación aireada con mucha luz natural. Se necesita reposo casi absoluto, abstención total de comida y mucha agua pura. Bajo estas condiciones la debilidad cesa de uno a tres días. Pero si el enfermo rechaza el reposo y continúa comiendo la misma comida insaluble que contribuyó de forma importante a la crisis en primer lugar, el esfuerzo eliminativo puede ser menor que el aporte de tóxicos, en cuyo caso la neumonía puede ser concomitante. Pero si el enfermo acude a un médico y recibe además medicamentos, el cuerpo vuelve su atención a la eliminación de éstos. Entonces el resfriado o gripe cesan frente al mayor enemigo. La continua carga tóxica se expande a los pulmones. Los medicamentos y la materia tóxica pueden concentrarse tanto en los pulmones como para causar la muerte o un cáncer. Muchas autopsias revelan que las personas que han tenido neumonía, han fumado , o han vivido en lugares con aire muy contaminado, tienen tumores, sacos endurecidos de tejido pulmonar que encapsulan substancias tóxicas en los pulmones.
El caracter de la enfermedad
La enfermedad está causa por la indulgencia en prácticas o por estar sometido a substancias e influencias que no son normales al organismo humano: todo a lo que no estamos adaptado causará una enfermedad.Es una idea equivocada que una enfermedad se tenga que luchar. La enfermedad no apareccerá si no es causada. Se podría repertoriar un enorme catálogo de substancias e influencias que son anormales al cuerpo, pero no es tan complicado. Solamente necesitamos mantener las simples necesidades de la vida que construyen y sustentan la salud. Se debe consumir sólo agua pura cuando la sed lo pide y una dieta compuesta de fruta, verdura, frutos secos y semillas en estado crudo según los dictados del hambre.
Además, también estamos adaptados a disponer de aire puro, sol, descanso y sueño, un entorno agradable, compañía emocionalmente equilibrada, en resumen, a un mundo armonioso. Estamos construidos de tal forma que gozamos salud cuando conseguimos todas nuestras necesidades físicas, mentales, emocionales, intelectuales, y estéticas. Por lo tanto, todas las enfermedades, a parte de las degenerativas, son crisis originadas por el organismo con el propósito de restaurar la salud.
* Las enfermedades no son contagiosas
Las enfermedades no son contagiosas en ningún sentido simplemente por que son instituidas por el organismo. No se puede transferir nuestra carga tóxica a otra persona. Un higienista puede ir a una habitación con enfermos y no sufrir para nada por ello. Obviamente muchos médicos y enfermeras y otras personas van a habitaciones de enfermos, incluso las más contagiosas. Nunca contraerán la enfermedad. No se puede transferir la materia tóxica de una persona a otra a menos que se haya extraído los tóxicos de la persona enferma e inyectado en la otra persona, como en las transfusiones. Pero en este caso el contagio es inducido médicamente, no ocurre de forma natural.
* Cómo se desarrollan las epidemias y las plagas
La razón por la que parece existir las “epidemias” es que el verdadero contagio es una epidemia de los mismos malos hábitos. Comemos prácticamente la misma comida basura, estamos sujetos a las mismas estaciones, el mismo tipo de hogar y, en muchas otras formas, consentimos las mismas prácticas de salud incorrectas. No hay duda que muchas personas sufrirán las mismas enfermedades, tal y como las mismas causas conllevan los mismos efectos. Por supuesto que son ligeramente diferentes según las diatesis de cada individuo.
Por lo tanto vemos que, dentro del contexto de una familia o grupo, la gente tiene más o menos los mismos malos hábitos y sufre las mismas enfermedades.
La razón por la que las epidemias ocurren en invierno y no en verano es obvio. La vida microbiana es más activa en verano, al igual que la vida humana, y sus funciones son disminuidas en invierno. Pero se dice que los microbios son más activos en invierno y causar epidemias. Esto no tiene sentido, por supuesto. En invierno comemos alimentos menos sanos, comemos más comida basura. No hacemos tanto ejercicio. Estamos más tiempo dentro de recintos e inspiramos aire viciado. En verano obtenemos más sol, más ejercicio, más aire fresco, más frutos frescos maduros, en resumen, vivimos más sanamente en verano y menos sanamente en invierno. Las condiciones en las que vivimos generan las enfermedades. No es el contagio de gérmenes sino el contagio de estas condiciones.
Comentarios de Gemma:
Respecto a las afirmaciones en la sección “Vivir de acuerdo con las leyes naturales produce una salud perfecta”, Dr. Shelton está de acuerdo en que existan unas leyes de conducta humana, pero no está de acuerdo en que las leyes actuales están desconectadas de la naturaleza humana, y por lo tanto, vayan en contra de nuestra salud.
Es cierto que nuestra sociedad permite e incluso a veces se fomentan muchos actos que van en contra de la salud colectiva: los pesticidas y alimentos transgénicos, el yodo obligatorio en el agua de algunos países, las vacunas obligatorias, los amalgamas dentales, los productos químicos autorizados en las fábricas que contaminan nuestro planeta, etc.
Muchas personas contribuyen a la domesticación de nuestros instintos desde la infancia: la familia, la escuela, los amigos, la televisión, los médicos, la formación religiosa, etc. Pero el más importante son las costumbres familiares; es en el seno de la familia donde se instauran las costumbres alimentarias y el estilo de vida: deporte, sueño, ejercicio físico, moral o religión, tipo de escuela, etc. Son éstas las que van a fomentar o “pervertir”, como dice el Dr. Shelton, los instintos naturales del hombre desde su infancia.
Los niños todavía tienen el sentido del instinto todavía muy presente. Entonces, según la Higiene Natural, ¿quiere ésto decir que ellos conocen mejor que sus padres lo que más les conviene para su salud, como por ejemplo, el tipo de alimentación? Como explicaba en este otro artículo, existen muchos factores que determinan si un niño puede reconocer los alimentos saludables, o si por el contrario, su instinto ya ha sido alterado o domesticado. Pero esta lección debe servir para hacernos reflexionar como padres sobre la conveniencia de forzar a los hijos a tomar ciertos alimentos. Debe enseñarnos a dudar en el caso de rechazo de un alimento si se trata de un capricho, una adicción a otros alimentos, o si realmente ese alimento no es tan bueno para el niño como nosotros creemos.
Hay que tener en cuenta también que incluso los animales pueden equivocarse cuando se trata de su instinto. Por ejemplo, prácticamente todos los animales son atraídos por al azúcar puro, aunque sea extremadamente perjudicial para todos ellos. Así que el instinto tampoco no es infalible…
Respecto a las etapas de las enfermedades, a continuación expongo algunos ejemplos más detallados de enfermedades que corresponden a cada una de las etapas:
Enervación y toxemia:
- Fatiga
- Mucosidad, rinitis alérgica o costipado.
- Dermatitis, eczema, urticaria
- Mareo
- Malestar sin dolor.
- Vómitos, diarrea, síndrome del intestino irritable.
- Necesidad urgente de orinar o defecar.
- Hiperactividad, nerviosidad.
- Infecciones: gastroenteritis, otitis, faringitis, bronquitis, asma, sinusitis, apendicitis, hepatitis, nefritis, conjuntivitis, gripe, vaginitis, etc.
- Fiebre
- Dolor: de espalda, migraña, cefalea
- ¿Autismo, esquizofrenia, epilepsia?
- Enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, úlcera duodenal, úlcera de estómago, úlcera varicosa, herpes, enfermedad celíaca, esclerosis múltiple, fibrosis pulmonar, osteoporosis, artritis, tiroiditis, diabetes y otras enfermedades autoinmunes.
- ¿Neuralgia, parkinson?
- Fibroma, tumores benignos, verrugas, quistes
- Arterioesclerosis, cataratas
- ¿Alzeimer?
Como T.C.Fry explica, estas etapas son muy difusas, de forma que se pueden sufrir al mismo tiempo enfermedades que pertenecen a diferentes etapas. Por ejemplo, mientras se tiene un quiste en el pecho (etapa “enduración") se puede sufrir también un resfriado (etapa “inflamación”). Tampoco no está claro que se tenga que pasar por todas las etapas previas. Por ejemplo, se puede contraer una verruga sin que haya habido inflamación previa.
Cuando se produce algún cambio en nuestra vida: cambio de dieta, toma de medicamentos, tratamiento terapéutico, viaje, experiencia traumática, situación de estrés, etc. que afecta a nuestro cuerpo, se puede pasar a una fase distinta, sea mejor o peor.
Tal y como se explica al referirse a la acción medicamentosa, la desaparición de una enfermedad o ciertos síntomas no significa necesariamente que esta evolución haya sido a una etapa anterior (mejor), sino que seguramente se ha pasado a una etapa más avanzada. Así pues, un dolor de cabeza puede desaparecer al tomar ciertos medicamentos, pero a la larga podría ser que se convirtiera en una fibromialgia o en una etapa ulcerativa con esclerosis múltiple.
Es importante cuando se escoge una dieta tener en cuenta sus efectos sobre estas fases. Es muy habitual que determinadas dietas anti-inflamatorias, por ejemplo una basada en tomar mucha fruta y verdura, provocan por otro lado un intestino irritable al volver a una etapa anterior, la irritativa. En este caso, algunas personas desestimarán esta dieta porque su estado gastrointestinal ha empeorado, pero si se evalúa el estado global de la persona, el hecho de haber pasado de una fase inflamatoria a una irritativa es una mejora importante. Por el contrario, otras dietas anti-inflamatorias pueden trasladar la persona a una etapa más avanzada, la ulceración.
Cuando la recuperación completa de la salud no es posible, a veces hay que decidir qué se prefiere, si padecer una enfermedad inflamatoria, ulcerativa o una leve enfermedad gastro-intestinal. Con el tipo de alimentación y el estilo de vida se puede cambiar de etapa, a mejor o a peor.
A mi parecer, no todas las enfermedades son un proceso de eliminación, algunas enfermedades son debidas a una carencia. Así pues, las enfermedades son debidas, a mi parecer, bien una carencia de nutrientes necesarios para el cuerpo o bien un exceso de substancias perjudiciales que deben eliminarse.
La carencia puede deberse a una falta de nutrientes alimentarios debido a un aporte insuficiente como en casos de pobreza extrema, por exceso de alimentos vacíos de nutrientes como en las civilizaciones occidentales, o por una incorrecta digestión, transformación y absorción de nutrientes debido a un sistema digestivo dañado. Además, también puede darse la carencia de otros nutrientes como la pobreza espiritual, las carencias emocionales como la falta de amor o la exclusión social, los traumas de todo tipo, etc. Las carencias pueden dar lugar a enfermedades como transtornos del desarrollo en los niños, raquitismo, enfermedades de la vista, osteoporosis, etc.
Además, la carencia conlleva también a enfermedades de eliminación, debido a que la falta de nutrientes comporta una falta de energía vital que es la primera fase antes de la toxicosis, o bien directamente una toxicidad física, espiritual o emocional por sobrecarga de funciones o por disfunción de capacidades.
Respecto a los virus y bacterias, puede ser posible la teoría que los virus son desechos celulares de material genético y que las bacterias serían “barrenderos” que sólo aparecen cuando es necesario que ayuden a destruir desechos o tóxicos del cuerpo. Teniendo en cuenta que el 99.9% de los genes es común a todos los hombres, se explica que todas las personas que tienen una misma enfermedad puedan tener el mismo virus o bacteria, es decir, la misma porción de material genético de un mismo tipo de células destruidas y un mismo “barrendero” que las elimine. Es perfectamente razonable que algunas epidemias, como el ébola actualmente, sean originadas por una substancia tóxica a la que toda la población de una cierta área está expuesta. Y que el supuesto contagio de enfermedades entre familia o compañeros se deba a condiciones insalubles similares entre dichas personas que conviven juntas en un determinado espacio: aire o agua contaminados, alimentación inapropiada, falta de exposición al sol, falta de sueño, temperaturas extremas, conflictos emocionales, etc. Ambas teorías, la clásica que defiende el contagio, y la toxemia de la Higiene Natural, parecen igualmente razonables.
En este otro capítulo de la Higiene Natural se expone en detalle todas las razones por las que se defiende la teoría de la toxemia contra el contagio. A continuación querría resaltar uno de los pasajes de este capítulo:
“Pasteur al final rectificó su opinión y reconoció que los gérmenes no son la causa principal de las enfermedades, y abandonó la teoría de los gérmenes. Se conoce que Pasteur dijo poco tiempo antes de morir, “Bernard was right. The seed is nothing, the soil is everything.”
Aunque Pasteur abandonó su errónea teoría en los años 1880, ésta fue aceptada, desarrollada, promovida y perpetuada por otros, y este error médico continúa hasta nuestros días (la última ironía!)”
Creo que la lección más importante que debemos aprender de este capítulo sobre la salud y enfermedad es que el hecho que gozar de buena salud depende de nosotros, no de la mala suerte de coger un determinado virus o bacteria, no de las malas acciones de las personas que nos rodean. Nuestra salud depende de nuestras acciones y decisiones cotidianas, las cuales dependen de nuestras creencias en todos los ámbitos de la vida: físicos (alimentación, aire, agua, sol, reposo, actividad física, …), mentales, emocionales y espirituales. Nosotros somos los únicos responsables de lo que nos sucede en nuestra vida. Si cambiamos nuestra visión sobre la vida podemos cambiar nuestro destino. La negatividad atrae la negatividad, la bondad atrae la bondad.