Mi madre, al igual que muchas personas que han vivido una guerra, sufrió de hambre en su infantez. Durante casi un año lo único que comió fueron topinambos. Sin embargo, nunca estuvo enferma en esa época, su desarrollo fue completamente normal e incluso hasta los 80 años tuvo una dentadura que muchos niños y adultos podían envidiar. En cambio actualmente la mayoría de niños sufren caries y malformaciones dentales, enfermedades respiratorias y gastro-intestinales a repetición, alergias, escoliosis, fatiga, anemia, problemas escolares y de conducta, etc. Estos niños tienen normalmente falta de calcio, hierro, magnesio, vitamina D, vitaminas B, etc. ¿Cómo se explica esta paradoja?
Si bien en nuestro mundo, a los niños actualmente no les falta comida, la cantidad de minerales y vitaminas de los productos actuales es muy inferior a la de antiguamente, sobretodo en las frutas y verduras, debido principalmente a que los cultivos intensivos agotan las reservas del suelo.
Sin embargo, encontramos muchas personas con una salud excelente comiendo la misma clase de productos. Por supuesto, es preferible consumir productos ecológicos, ya que su contenido y calidad en nutrientes es muy superior. Pero no parece ser la razón principal de las carencias.
El aspecto que ha cambiado drásticamente respecto a nuestros antepasados es el tipo de comida: el fast-food, la comida industrial y pre-cocinada, los aditivos, el aumento en el consumo de azúcar y en carbohidratos como pizza y pasta. La mayoría de niños son adictos a comidas ricas en carbohidratos, productos lácticos y azúcares, y su dieta es muy baja o casi nula en verduras, frutas y pescado. Así que su alimentación suele tener un elevado valor calórico y muy baja densidad nutricional en vitaminas, minerales y proteínas.
Además, también se come una cantidad excesiva. Todos los días hay una excusa para comer alguna cosa extraordinaria e insaludable: fiestas, celebraciones, reuniones, viajes, excursiones, restaurantes, visitas a amigos, etc. Los frecuentes grandes excesos con la comida y la bebida están siempre ligados al declive de una sociedad o cultura y esto lo tenemos que tener en cuenta actualmente.
Todos estos factores inciden en la salud intestinal, favoreciendo el desarrollo de bacterias indeseables y/o patógenas en el intestino, las cuales son una de las principales causas de la carencia de nutrientes. La comida-basura no es reconocida como alimento por las enzimas y el exceso de comida agota al sistema enzimático, así que en ambos casos la comida no llega a ser bien digerida, con lo cual sirve como alimento a las bacterias indeseables en el intestino.
Pero la razón principal de las carencias actuales procede de la deficiente absorción de nutrientes en el intestino.
1.- La primera circunstancia que explica una incorrecta absorción es cuando debido a diferentes causas, las vilosidades intestinales se ven dañadas. Las villosidades intestinales aumentan la superficie del intestino y la capacidad de absorción de nutrientes. Una de las condiciones que daña dichas vilosidades es la enfermedad celíaca, pero también cuando existe una disbiosis intestinal, debido a la falta de lactobacilos que protegen los enterocitos de las vilosidades intestinales (2)
2.- Otra de las principales causas de la carencia en nutrientes es la disbiosis intestinal, que consiste en un desarrollo anormal de ciertas bacterias indeseables o patológicas,. Ciertas de estas bacterias tienen cierta preferencia por algunos nutrientes, como por ejemplo las sulfato-reductoras se nutren de azufre, uno de los minerales más importantes para que el cuerpo pueda realizar correctamente la desintoxicación. Otras se alimentan de hierro, como Actinomices, Micobacterium, algunas cepas de E-coli, etc. (2)
3.- Numerosos estudios relacionan la intolerancia a los lácticos y al gluten con la desmineralización, la osteoporosis y la anemia. Este hecho se explica debido al daño causado en el intestino debido a la reacción inflamatoria del sistema inmunitario contra dichos alimentos. (1)
4.- La falta de magnesio y calcio es debida al consumo de azúcar, ya que el organismo necesita utilizar una gran cantidad de estos minerales para metabolizar el azúcar (56 moléculas de magnesio por cada una de azúcar). (2)
5.- Los antinutrientes, como fitatos, oxalatos y lectinas, que existen en muchos alimentos, como los cereales integrales, las legumbres y los frutos secos, también impiden la absorción de los minerales. (5)
6.- Las bifidobacterias que deberían vivir en un intestino sano realizan la síntesis de amino ácidos, proteinas, vitamina K, vitaminas del grupo B, y asisten la absorción del calcio, hierro y vitamina D. Si estas bacterias no están presentes en cantidad suficiente, entonces esta labor no puede realizarse. (2)
7.- La exposición a la luz solar, el ejercicio físico, el reposo y el sueño, el aire y el agua puros, etc., también influencian en gran medida la absorción y síntesis de muchas vitaminas y minerales.
El ayuno es aconsejado en numerosas religiones: católica, musulmana, judía, ortodoxa, etc. Aunque la finalidad de este ayuno es la meditación y la profundización de la fe, el ayuno está basado en prácticas de salud tradicionales más antiguas, se realizaba ya en las civilizaciones indígenas aztecas, y en las primeras civilizaciones de Mesopotamia y Egipto. El ayuno se solía hacer cuando las “despensas” del invierno se habían vaciado y la tierra no había dado aún sus primeros frutos de la primavera, época que coincide con la cuaresma católica.
El ayuno ha sido siempre utilizado en la triple vía de limpieza corporal, descontaminación mental y búsqueda de claridad espiritual. (4)
Durante el ayuno, todos los órganos del cuerpo reducen su actividad. Solamente los órganos de eliminación y excreción funcionan más activamente. El ayuno permite al cuerpo de liberarse de la acumulación de desechos tóxicos. (3). El ayuno no provoca carencias, al contrario, permite desintoxicar el cuerpo de forma que los nutrientes se puedan asimilar mejor.
Científicos del Instituto nacional de envejecimiento de Baltimore (9) afirmaron que habían encontrado las pruebas que demuestran que períodos de ayuno casi total durante uno o días a la semana podría proteger el cerebro contra ciertas enfermedades degenerativas como Alzeimer y Parkinson.
Es conocido que un régimen hipocalórico aumenta la longevidad. Las ratas a las que se les restringe la comida aumentan su longevidad hasta un 40%. Un efecto similar se ha observado en el hombre. Pero en este instituto fueron más lejos. Afirman que padecer hambre podría prevenir no solamente un mal estado de salud y una muerte prematura sino también retrasar la aparición de ciertas enfermedades del cerebro, incluyendo los accidentes vasculares cerebrales.
Según este instituto, indican que la forma de ayuno óptima sería la restricción calórica intermitente, es decir, ayunar o semi-ayunar dos días por semana, seguidos de cinco días de comida normal.
Así que no hay que temer el hecho de saltarse alguna comida durante el día, tampoco es necesario desayunar o cenar si no se tiene realmente hambre, e incluso para los adultos es beneficioso hacer ayunos de 24 a 48 horas de vez en cuando, al menos una vez al mes o mejor una vez a la semana y ayunos más prolongados de hasta 3 días máximo si es sin supervisión médica, una vez al año.
Hay muchos tipos diferentes de ayuno: ayuno de agua, ayuno de jugos, ayuno/dieta monofrutal o semiayuno, etc.
No es recomendable hacer un ayuno si previamente no se ha hecho una desintoxicación mínima durante cierto tiempo, con una dieta que tenga en cuenta las intolerancias y que evite la comida basura. Hacer un ayuno cuando la alimentación que se sigue diariamente es completamente equivocada no va surgir el efecto deseado, además de ser un “choque” demasiado fuerte para el organismo. Y tampoco no sirve de nada un ayuno si después de éste se va a tomar una “atracona” y se va a continuar comiendo mal, ya que el cuerpo se va a volver a intoxicar en pocos días.
Es posible acudir a un centro donde le guiarán y le podrán hacer un seguimiento médico del período de ayuno. Un terapeuta en nutrición le informará sobre las distintas posibilidades y le ayudará a planificar el ayuno de la forma más apropiada.
Cuando un niño no quiere comer no hay que alarmarse. El organismo es muy inteligente, y no va a dejarse morir de hambre.
Lo importante en estas situaciones es buscar la causa de la falta de apetito:
1.- Tiene alguna enfermedad y el cuerpo necesita reposo para recuperarse?
Cuando se está enfermo, sobretodo si son enfermedades gastro-intestinales, el organismo necesita hacer una desintoxicación, concentrar todas sus energías en el sistema inmunitario y no en digestiones ni ningún tipo de actividad física.
2.- La falta de hambre es selectiva, es decir, falta hambre para comer alimentos sanos como frutas y verduras pero no para otros alimentos, como pasta, pan, pizza, dulces, hamburguesas, etc.?
Si es así, significa que el niño tiene una adicción a los carbohidratos, productos lácticos, azúcar, carne, etc. Estos productos estimulan la producción endorfinas, substancias del placer, cuando se ingieren, de forma que el cuerpo busca esta gratificación. Por el contrario, las verduras y frutas no producen endorfinas, al contrario, sus efectos desintoxicadores y antioxidantes puede provocar un malestar bastante acusado en personas con carga tóxica importante.
3.- En general, siempre come muy poco de todo tipo de alimentos y su peso es bajo?
Puede ser que su intestino esté inflamado, la mayoría de la comida le produce un malestar, así que evita la comida. Además, esta inflamación produce un daño intestinal que impide la correcta absorción de los alimentos, produciendo carencias importantes, y por lo tanto, un peso muy reducido.
4.- No quiere desayunar nunca, o cenar?
Durante la mañana es cuando el cuerpo realiza la desintoxicación más importante, así que es normal que la persona no tenga hambre por la mañana, hasta que su cuerpo ha evacuado y se encuentra en condiciones de volver a aceptar comida. Así que no hay que imponer nunca el desayuno!
En cuanto a la comida del mediodía o la cena, a veces la persona come demasiado entre horas (pica), o la comida anterior ha sido demasiado copiosa y todavía no ha acabado la digestión anterior, o puede haber otras razones. En general, es bueno respetar el organismo y no comer si no se tiene hambre. Lo importante es que al final del día se hayan comido alimentos nutritivos y no se hayan comido alimentos perjudiciales, no es importante a qué hora se comieron. Tampoco hay que caer en el temor de darle de comer lo que sea, aunque sea perjudicial, para que no pase hambre. Es preferible que no coma a que tome alimentos que actúan como tóxicos para el organismo si hay una intolerancia o bien, son “comida basura”.
Depende de la situación en la que se encuentre, la forma de actuar será diferente. Es necesario analizar cada caso en detenimiento y encontrar la solución. Un terapeuta en nutrición puede orientar sobre el camino a tomar.
Por numerosas razones, no recomiendo tomar vitaminas o minerales como complementos alimentarios. En esta otra página encontrará una explicación detallada sobre el hecho de que crean una dependencia, que no existe suficiente investigación sobre la dosis y los efectos secundarios, el posible desequilibrio que puede comportar el hecho de complementar solamente algunas vitaminas o minerales, que son substancias sintetizadas en laboratorio (aunque sea a partir de productos naturales), etc.
Las carencias se pueden suplir restableciendo la función del organismo, sobretodo reparando el intestino.
Solamente en algunos casos puntuales, donde la situación es muy grave y no es posible el restablecimiento del organismo de forma natural, se puede considerar una complementación.
Cuando caemos enfermos, de un resfriado por ejemplo, lo primero que se suele pensar es que ha sido un contagio o un enfriamiento. Algunas personas pensarán en otras causas, como el hecho de que el organismo está débil debido a la falta de algún nutriente. Pero prácticamente ninguna persona cae en pensar en un alimento que le haya debilitado: una celebración? un exceso de azúcar? algún alimento intolerante escondido en una comida fuera de casa? una vacunación reciente? contaminación del aire o del agua? emociones negativas?…
Otro ejemplo son los calambres. Cuando durante una época se sufren calambres, se suele pensar que existe una falta de magnesio, calcio o potasio, por lo que se suele intentar solucionar el problema suministrando mayor cantidad de estos minerales, sea en su estado puro en forma de complementos, como a través de alimentos ricos en dichos minerales. Pero no se suele caer en la cuenta que la falta de estos minerales es debida a que se ha ingerido algún otro alimento que ha disminuido las reservas de estos minerales en el organismo, como puede ser alimentos que contengan azúcar, pero también jarabes, miel o frutas muy concentradas en azúcar.
Durante los meses de diciembre y enero, la época de festividades Navideñas, es cuando la mayoría de enfermedades muestran un pico (8) y hay mayor absentismo laboral por enfermedad (6). Será debido a que los virus trabajan más en estas fiestas? Porque hace más frío? Porque faltan nutrientes, es decir comida? O más bien, porque hay un exceso de ésta? Y también porque hay más discusiones familiares?
Curiosamente, la OMS, aunque recoge estadísticas de todo tipo de enfermedades, no realiza ningún estudio en este sentido (7)
Hay que cambiar el chip, reflexionar sobre qué substancia ha podido intoxicar el cuerpo, en vez de fijarse en qué nutriente le falta o qué microbio ha podido invadirlo.
Bibliografía:
(1) “Ecosystème intestinal & santé optimale”, Dr. Georges Mouton
(2) “Gut and Psychology Syndrome”, Dr. Natasha Campbell-McBride
(3) “Le jeüne. Meilleur Remède de la Nature”, Albert Mosséri
(4) “Historia del ayuno”
(5) ¿Cereales integrales, ¿son tan sanos como dicen?"
(6) “NHS Sickness Absence Rates“
(7) “Estadísticas sanitarias mundiales 2012”, OMS
(8) “Increased winter mortality from acute myocardial infarction and stroke: the effect of age”
(9) “Jeûner pour protéger son cerveau ?”
Los suelos empobrecidos
Si bien en nuestro mundo, a los niños actualmente no les falta comida, la cantidad de minerales y vitaminas de los productos actuales es muy inferior a la de antiguamente, sobretodo en las frutas y verduras, debido principalmente a que los cultivos intensivos agotan las reservas del suelo.
Sin embargo, encontramos muchas personas con una salud excelente comiendo la misma clase de productos. Por supuesto, es preferible consumir productos ecológicos, ya que su contenido y calidad en nutrientes es muy superior. Pero no parece ser la razón principal de las carencias.
El exceso, los productos vacíos en nutrientes y la comida basura
El aspecto que ha cambiado drásticamente respecto a nuestros antepasados es el tipo de comida: el fast-food, la comida industrial y pre-cocinada, los aditivos, el aumento en el consumo de azúcar y en carbohidratos como pizza y pasta. La mayoría de niños son adictos a comidas ricas en carbohidratos, productos lácticos y azúcares, y su dieta es muy baja o casi nula en verduras, frutas y pescado. Así que su alimentación suele tener un elevado valor calórico y muy baja densidad nutricional en vitaminas, minerales y proteínas.
Además, también se come una cantidad excesiva. Todos los días hay una excusa para comer alguna cosa extraordinaria e insaludable: fiestas, celebraciones, reuniones, viajes, excursiones, restaurantes, visitas a amigos, etc. Los frecuentes grandes excesos con la comida y la bebida están siempre ligados al declive de una sociedad o cultura y esto lo tenemos que tener en cuenta actualmente.
Todos estos factores inciden en la salud intestinal, favoreciendo el desarrollo de bacterias indeseables y/o patógenas en el intestino, las cuales son una de las principales causas de la carencia de nutrientes. La comida-basura no es reconocida como alimento por las enzimas y el exceso de comida agota al sistema enzimático, así que en ambos casos la comida no llega a ser bien digerida, con lo cual sirve como alimento a las bacterias indeseables en el intestino.
La absorción deficiente y la disbiosis intestinal
Pero la razón principal de las carencias actuales procede de la deficiente absorción de nutrientes en el intestino.
1.- La primera circunstancia que explica una incorrecta absorción es cuando debido a diferentes causas, las vilosidades intestinales se ven dañadas. Las villosidades intestinales aumentan la superficie del intestino y la capacidad de absorción de nutrientes. Una de las condiciones que daña dichas vilosidades es la enfermedad celíaca, pero también cuando existe una disbiosis intestinal, debido a la falta de lactobacilos que protegen los enterocitos de las vilosidades intestinales (2)
2.- Otra de las principales causas de la carencia en nutrientes es la disbiosis intestinal, que consiste en un desarrollo anormal de ciertas bacterias indeseables o patológicas,. Ciertas de estas bacterias tienen cierta preferencia por algunos nutrientes, como por ejemplo las sulfato-reductoras se nutren de azufre, uno de los minerales más importantes para que el cuerpo pueda realizar correctamente la desintoxicación. Otras se alimentan de hierro, como Actinomices, Micobacterium, algunas cepas de E-coli, etc. (2)
3.- Numerosos estudios relacionan la intolerancia a los lácticos y al gluten con la desmineralización, la osteoporosis y la anemia. Este hecho se explica debido al daño causado en el intestino debido a la reacción inflamatoria del sistema inmunitario contra dichos alimentos. (1)
4.- La falta de magnesio y calcio es debida al consumo de azúcar, ya que el organismo necesita utilizar una gran cantidad de estos minerales para metabolizar el azúcar (56 moléculas de magnesio por cada una de azúcar). (2)
5.- Los antinutrientes, como fitatos, oxalatos y lectinas, que existen en muchos alimentos, como los cereales integrales, las legumbres y los frutos secos, también impiden la absorción de los minerales. (5)
6.- Las bifidobacterias que deberían vivir en un intestino sano realizan la síntesis de amino ácidos, proteinas, vitamina K, vitaminas del grupo B, y asisten la absorción del calcio, hierro y vitamina D. Si estas bacterias no están presentes en cantidad suficiente, entonces esta labor no puede realizarse. (2)
7.- La exposición a la luz solar, el ejercicio físico, el reposo y el sueño, el aire y el agua puros, etc., también influencian en gran medida la absorción y síntesis de muchas vitaminas y minerales.
El ayuno
El ayuno es aconsejado en numerosas religiones: católica, musulmana, judía, ortodoxa, etc. Aunque la finalidad de este ayuno es la meditación y la profundización de la fe, el ayuno está basado en prácticas de salud tradicionales más antiguas, se realizaba ya en las civilizaciones indígenas aztecas, y en las primeras civilizaciones de Mesopotamia y Egipto. El ayuno se solía hacer cuando las “despensas” del invierno se habían vaciado y la tierra no había dado aún sus primeros frutos de la primavera, época que coincide con la cuaresma católica.
El ayuno ha sido siempre utilizado en la triple vía de limpieza corporal, descontaminación mental y búsqueda de claridad espiritual. (4)
Durante el ayuno, todos los órganos del cuerpo reducen su actividad. Solamente los órganos de eliminación y excreción funcionan más activamente. El ayuno permite al cuerpo de liberarse de la acumulación de desechos tóxicos. (3). El ayuno no provoca carencias, al contrario, permite desintoxicar el cuerpo de forma que los nutrientes se puedan asimilar mejor.
Científicos del Instituto nacional de envejecimiento de Baltimore (9) afirmaron que habían encontrado las pruebas que demuestran que períodos de ayuno casi total durante uno o días a la semana podría proteger el cerebro contra ciertas enfermedades degenerativas como Alzeimer y Parkinson.
Es conocido que un régimen hipocalórico aumenta la longevidad. Las ratas a las que se les restringe la comida aumentan su longevidad hasta un 40%. Un efecto similar se ha observado en el hombre. Pero en este instituto fueron más lejos. Afirman que padecer hambre podría prevenir no solamente un mal estado de salud y una muerte prematura sino también retrasar la aparición de ciertas enfermedades del cerebro, incluyendo los accidentes vasculares cerebrales.
Según este instituto, indican que la forma de ayuno óptima sería la restricción calórica intermitente, es decir, ayunar o semi-ayunar dos días por semana, seguidos de cinco días de comida normal.
Así que no hay que temer el hecho de saltarse alguna comida durante el día, tampoco es necesario desayunar o cenar si no se tiene realmente hambre, e incluso para los adultos es beneficioso hacer ayunos de 24 a 48 horas de vez en cuando, al menos una vez al mes o mejor una vez a la semana y ayunos más prolongados de hasta 3 días máximo si es sin supervisión médica, una vez al año.
Hay muchos tipos diferentes de ayuno: ayuno de agua, ayuno de jugos, ayuno/dieta monofrutal o semiayuno, etc.
No es recomendable hacer un ayuno si previamente no se ha hecho una desintoxicación mínima durante cierto tiempo, con una dieta que tenga en cuenta las intolerancias y que evite la comida basura. Hacer un ayuno cuando la alimentación que se sigue diariamente es completamente equivocada no va surgir el efecto deseado, además de ser un “choque” demasiado fuerte para el organismo. Y tampoco no sirve de nada un ayuno si después de éste se va a tomar una “atracona” y se va a continuar comiendo mal, ya que el cuerpo se va a volver a intoxicar en pocos días.
Es posible acudir a un centro donde le guiarán y le podrán hacer un seguimiento médico del período de ayuno. Un terapeuta en nutrición le informará sobre las distintas posibilidades y le ayudará a planificar el ayuno de la forma más apropiada.
Los niños que no quieren comer
Cuando un niño no quiere comer no hay que alarmarse. El organismo es muy inteligente, y no va a dejarse morir de hambre.
Lo importante en estas situaciones es buscar la causa de la falta de apetito:
1.- Tiene alguna enfermedad y el cuerpo necesita reposo para recuperarse?
Cuando se está enfermo, sobretodo si son enfermedades gastro-intestinales, el organismo necesita hacer una desintoxicación, concentrar todas sus energías en el sistema inmunitario y no en digestiones ni ningún tipo de actividad física.
2.- La falta de hambre es selectiva, es decir, falta hambre para comer alimentos sanos como frutas y verduras pero no para otros alimentos, como pasta, pan, pizza, dulces, hamburguesas, etc.?
Si es así, significa que el niño tiene una adicción a los carbohidratos, productos lácticos, azúcar, carne, etc. Estos productos estimulan la producción endorfinas, substancias del placer, cuando se ingieren, de forma que el cuerpo busca esta gratificación. Por el contrario, las verduras y frutas no producen endorfinas, al contrario, sus efectos desintoxicadores y antioxidantes puede provocar un malestar bastante acusado en personas con carga tóxica importante.
3.- En general, siempre come muy poco de todo tipo de alimentos y su peso es bajo?
Puede ser que su intestino esté inflamado, la mayoría de la comida le produce un malestar, así que evita la comida. Además, esta inflamación produce un daño intestinal que impide la correcta absorción de los alimentos, produciendo carencias importantes, y por lo tanto, un peso muy reducido.
4.- No quiere desayunar nunca, o cenar?
Durante la mañana es cuando el cuerpo realiza la desintoxicación más importante, así que es normal que la persona no tenga hambre por la mañana, hasta que su cuerpo ha evacuado y se encuentra en condiciones de volver a aceptar comida. Así que no hay que imponer nunca el desayuno!
En cuanto a la comida del mediodía o la cena, a veces la persona come demasiado entre horas (pica), o la comida anterior ha sido demasiado copiosa y todavía no ha acabado la digestión anterior, o puede haber otras razones. En general, es bueno respetar el organismo y no comer si no se tiene hambre. Lo importante es que al final del día se hayan comido alimentos nutritivos y no se hayan comido alimentos perjudiciales, no es importante a qué hora se comieron. Tampoco hay que caer en el temor de darle de comer lo que sea, aunque sea perjudicial, para que no pase hambre. Es preferible que no coma a que tome alimentos que actúan como tóxicos para el organismo si hay una intolerancia o bien, son “comida basura”.
Depende de la situación en la que se encuentre, la forma de actuar será diferente. Es necesario analizar cada caso en detenimiento y encontrar la solución. Un terapeuta en nutrición puede orientar sobre el camino a tomar.
Los complementos alimentarios
Por numerosas razones, no recomiendo tomar vitaminas o minerales como complementos alimentarios. En esta otra página encontrará una explicación detallada sobre el hecho de que crean una dependencia, que no existe suficiente investigación sobre la dosis y los efectos secundarios, el posible desequilibrio que puede comportar el hecho de complementar solamente algunas vitaminas o minerales, que son substancias sintetizadas en laboratorio (aunque sea a partir de productos naturales), etc.
Las carencias se pueden suplir restableciendo la función del organismo, sobretodo reparando el intestino.
Solamente en algunos casos puntuales, donde la situación es muy grave y no es posible el restablecimiento del organismo de forma natural, se puede considerar una complementación.
“Cambiar el chip”
Cuando caemos enfermos, de un resfriado por ejemplo, lo primero que se suele pensar es que ha sido un contagio o un enfriamiento. Algunas personas pensarán en otras causas, como el hecho de que el organismo está débil debido a la falta de algún nutriente. Pero prácticamente ninguna persona cae en pensar en un alimento que le haya debilitado: una celebración? un exceso de azúcar? algún alimento intolerante escondido en una comida fuera de casa? una vacunación reciente? contaminación del aire o del agua? emociones negativas?…
Otro ejemplo son los calambres. Cuando durante una época se sufren calambres, se suele pensar que existe una falta de magnesio, calcio o potasio, por lo que se suele intentar solucionar el problema suministrando mayor cantidad de estos minerales, sea en su estado puro en forma de complementos, como a través de alimentos ricos en dichos minerales. Pero no se suele caer en la cuenta que la falta de estos minerales es debida a que se ha ingerido algún otro alimento que ha disminuido las reservas de estos minerales en el organismo, como puede ser alimentos que contengan azúcar, pero también jarabes, miel o frutas muy concentradas en azúcar.
Durante los meses de diciembre y enero, la época de festividades Navideñas, es cuando la mayoría de enfermedades muestran un pico (8) y hay mayor absentismo laboral por enfermedad (6). Será debido a que los virus trabajan más en estas fiestas? Porque hace más frío? Porque faltan nutrientes, es decir comida? O más bien, porque hay un exceso de ésta? Y también porque hay más discusiones familiares?
Curiosamente, la OMS, aunque recoge estadísticas de todo tipo de enfermedades, no realiza ningún estudio en este sentido (7)
Hay que cambiar el chip, reflexionar sobre qué substancia ha podido intoxicar el cuerpo, en vez de fijarse en qué nutriente le falta o qué microbio ha podido invadirlo.
Bibliografía:
(1) “Ecosystème intestinal & santé optimale”, Dr. Georges Mouton
(2) “Gut and Psychology Syndrome”, Dr. Natasha Campbell-McBride
(3) “Le jeüne. Meilleur Remède de la Nature”, Albert Mosséri
(4) “Historia del ayuno”
(5) ¿Cereales integrales, ¿son tan sanos como dicen?"
(6) “NHS Sickness Absence Rates“
(7) “Estadísticas sanitarias mundiales 2012”, OMS
(8) “Increased winter mortality from acute myocardial infarction and stroke: the effect of age”
(9) “Jeûner pour protéger son cerveau ?”